Cómo Cuidarte en tu Trabajo Sin Tener que Renunciar a Nada: Salud Femenina en el Trabajo
- Maru Camarena
- hace 4 días
- 4 Min. de lectura
Estoy en un momento de mi vida donde el trabajo me llena, me reta y me entusiasma. Pero también donde mi cuerpo ha empezado a tener reacciones que no estaban en mi radar. Y aquí va la verdad: no quiero que nadie me diga que baje el ritmo.

Tampoco quiero consejos de “vete a un retiro en la montaña” o “duerme ocho horas diarias” (gracias, pero... no aplica cuando manejas un negocio o una familia). Lo que quiero es seguir creciendo, liderando, decidiendo... pero con conciencia de cómo cuidarme en el proceso.
Este blog no va de dormir más ni de tomar jugos verdes. Aquí vamos a hablar de cosas que puedes mover dentro de tu estilo de vida, ya seas empresaria, líder de familia, empleada o dos al mismo tiempo. Porque no importa si tu agenda está llena de juntas o de pendientes domésticos: tu salud también merece un lugar prioritario. Integrar el cuidado de tu salud femenina en el trabajo puede ser más sencillo de lo que imaginas, y hacerlo de forma práctica, realista y funcional es la clave.
¿Lista? Vamos a revisar qué puedes ajustar sin cambiar quién eres ni todo lo que ya haces.

Pequeños Cambios, Grandes Resultados: Cómo Mejorar tu Salud Femenina en el Trabajo
1. Decisiones y Hormonas

La sobrecarga mental, lo que los gringos llaman “Decision Fatigue”. ¿Te ha pasado que terminas el día sin fuerzas… y ni siquiera sabes por qué? No fue un día físicamente pesado, pero mentalmente sí. Hiciste mil elecciones: qué contestar, a quién decirle que no, qué ajustar del presupuesto, cómo manejar un comentario incómodo, qué comer, a qué correo responder primero...
A eso se le llama fatiga por toma de decisiones, y es un desgaste silencioso que se acumula y afecta a tus hormonas. El exceso de microdecisiones puede alterar tus niveles de cortisol y terminar desequilibrando otras hormonas como la progesterona o el estrógeno.
¿Qué puedo hacer?
Automatiza lo que puedas. Define de antemano ciertos patrones: el desayuno de los lunes, tu ropa de oficina, los días en que revisas cuentas o agendas juntas. Quita decisiones pequeñas para liberar espacio mental.
Empieza a tomar tus decisiones más importantes cuando tu mente esté fresca (generalmente en la mañana). Esa junta clave, mejor temprano. Esa conversación difícil, no al final del día.
Así puedes darle estructura a tu energía para que también te alcance para ti.

2. Delegar es Estrategia
Pensamos que delegar es solo una cuestión de eficiencia. Pero, delegar es una forma directa de proteger tu sistema nervioso y endocrino. El exceso de control, la sobrecarga de tareas y la dificultad para soltar son factores que favorecen el desequilibrio hormonal en mujeres después de los 40. La multitarea constante te deja en estado de “alerta” permanente, y eso desgasta. Mucho más de lo que parece.
¿Qué puedo hacer?
No esperes a estar saturada para delegar. Hazlo antes. Anticiparte es autocuidado.
Delegar no es renunciar al control, es redefinirlo. Lo que sueltas también es parte de tu liderazgo (en el trabajo o en casa).
Apóyate en herramientas de organización. Incluso para tareas del hogar puedes usar listas compartidas, apps de recordatorios, o establecer reglas claras de responsabilidades.
Delegar no es flojera. Es visión a largo plazo. Es entender que tú no tienes por qué cargar con todo.
3. Tu Agenda Puede Cuidarte

Tu calendario dice más sobre tu salud de lo que imaginas. ¿Cuántas veces has agendado todo... menos tiempo para ti? O peor: ¿cuántas veces tuviste síntomas (cansancio, bochornos, sensibilidad) y no hiciste ningún ajuste porque “ya estaba todo programado”?
La forma en que organizas tu semana tiene un impacto directo en cómo se comportan tus hormonas.
¿Qué puedo hacer?
Empieza a notar tus propios ciclos. Incluso si ya estás en menopausia, puede haber días donde tu energía sube o baja. No todo es “hormonas locas”. Muchas veces es solo falta de sincronía.
Anticipa qué tipo de tareas asignarte a ti misma. Si estás en perimenopausia o con terapia hormonal, existen apps como Balance o Clue, o incluso un buen calendario físico, donde puedes marcar tus días de mayor claridad, energía o sensibilidad.
Planea tus juntas clave, tus decisiones importantes o tus actividades más exigentes en los días que sabes que funcionas mejor.
No se trata de obsesionarte, sino de escucharte más y organizarte en sintonía contigo, no contra ti.
4. Hablar de Hormonas No te Quita Autoridad

Por mucho tiempo, hemos evitado hablar de síntomas hormonales en espacios profesionales por miedo a parecer “débiles” o “complicadas”. Pero ¿sabías que los síntomas hormonales mal manejados sí pueden afectar tu rendimiento real?
¿Y si empezamos a hablar de eso con naturalidad y sin vergüenza?
¿Qué puedo hacer?
Si diriges un equipo, abre la posibilidad de hablar de salud sin convertirlo en confesionario. Un simple “avísenme si hay días en los que necesitan cambiar ritmo o enfoque” puede ser un gran gesto de liderazgo.
Si trabajas sola o desde casa, crea un código contigo misma. Ten libertad de ajustar sin sentir culpa. Si ese día no es para estar tan activa, entonces es para observar, planear o revisar.
Habla con tu médico o ginecólogo desde esta realidad. No necesitas que te den soluciones universales. Necesitas alguien que entienda tu forma de vivir y te ayude a cuidarte desde ahí.
Y si alguien aún cree que hablar de hormonas te quita seriedad... probablemente necesita leer este blog.
Tu Forma de Trabajo es tu Aliada
No se trata de hacer menos. Ni de cambiar tu vida entera. Tampoco de sentirte culpable por estar cansada, sensible o con menos claridad en ciertos días. Tu cuerpo también está en transformación, y tienes derecho a adaptar tu forma de vivir, trabajar y decidir, sin que eso comprometa lo que eres ni lo que has construido.
Ya sea que lideres una empresa, una casa o ambas, tu salud hormonal no es un detalle menor. Es una base. Y como toda base, necesita estructura, atención y ajustes pequeños que, con el tiempo, hacen una gran diferencia.
¿El objetivo? Que sigas brillando en lo tuyo, pero sin pagar el precio con tu bienestar.
¡Nos vemos la siguiente semana! Y siéntete con la libertad de dejar un comentario aquí o en redes si necesitas expresar o preguntar cualquier cosa.
gracias por publicar estos artículos