Lo que Callamos las Mujeres de 50: hablemos de salud hormonal sin filtros
- Maru Camarena
- hace 5 días
- 3 Min. de lectura
Malamente, las mujeres aprendemos a normalizar muchas situaciones que “no son tan graves”, y lo vamos dejando pasar. Pensamos que es parte de los 50s, pero déjame hacerte un spoiler: no todo lo raro que te pasa es “porque ya tienes cierta edad”.
Este es un espacio seguro donde podemos aprender unas de otras, platicar y saber que también hay otras mujeres que sienten lo mismo que tú.
Entonces, ¿cómo aprendemos a no normalizarlo? Fácil: empieza por dejar de minimizar lo que sientes. No necesitas una alarma en el celular que diga “no seas gacha contigo” (aunque tampoco es mala idea). Lo importante es empezar con pequeños actos de autocuidado, prestar atención a tu salud hormonal y escuchar tu cuerpo todos los días.

Síntomas que callamos, pero sentimos
No estás enferma. No estás tirada en una cama. Puedes seguir haciendo tu rutina pero te pasan cosas así:

Estornudas o te ríes fuerte y tienes que cruzar las piernas.
El botón del pantalón no perdona después de ciertas comidas.
No estás corriendo, no hace calor pero ahí estás sudando, como si acabaras de salir de nadar.
Tus periodos (si es que aún los tienes) son como la amiga impuntual: a veces no llega, a veces llega sin avisar, y cuando llega, se queda más de lo esperado.
La textura de tu piel cambió y no sabes por qué.
Adiós a tu líbido, parece que alguien te apagó el switch.
Te duelen las rodillas sin haber hecho nada fuera de lo normal.
Te mareas o te baja el azúcar, y lo justificas con un “no desayuné bien”.
Y entre una cosa y otra, vas haciendo malabares para seguir con la rutina. Lo minimizas. Piensas que no es para tanto.
¿Por qué normalizamos los cambios hormonales?
Será porque siempre oímos el típico “es normal a tu edad”.
Porque entre el trabajo, los hijos, los papás, la casa y la vida... ¿quién tiene tiempo de ponerse a revisar si algo anda raro?
Mientras no te impida moverte, no es urgente. Además las mujeres aprendimos a aguantarnos. Literal. Aguantarnos las ganas, el dolor, las emociones, y hasta las dudas.
También pasa que entre amigas, nadie lo comenta. Cada quien está en sus cosas, pero ninguna menciona el tema. Y como nadie lo dice, una cree que está sola.
Entonces, normalizamos. Porque no interrumpe, pero sí incomoda. Y como incomoda sin drama… lo dejas pasar.

¿Qué puedo hacer? Claves para cuidar tu salud hormonal
Primero lo básico: si algo cambió en tu cuerpo, no lo ignores solo porque no te tira a la cama.
Y no necesitas esperar a tener todos los síntomas del manual para hacer algo. Justo la idea es adelantarte, no llegar cuando ya hay algo que tratar ASAP. (O como dicen coloquialmente "para ya")
¿Qué puedes hacer?

Como dicen: Ojo de loca no se equivoca. Hazle caso a tu intuición. Apunta todo lo que notes diferente.
Lleva un registro, aunque sea en las notas del celular. “No me bajó”, “hoy me mareé”, “tengo 3 días con dolorcillo abajo”, “otra vez me inflamo con lo mismo”… cosas así.
No llegues a consulta diciendo “nada más vengo a checarme Doc.” Cuenta lo que sí has notado. Aunque creas que es una tontería. Aunque pienses que se va a reír. Créeme, no lo va a hacer (y si lo hace, cambia de doctor).
Hazte una valoración integral. No es solo análisis de sangre una vez al año. También revisa cómo andas en tu digestión, niveles hormonales, corazón, estado de ánimo… todo está conectado.
No tapes síntomas con suplementos o hierbitas. Una cosa es tomar magnesio porque sabes que lo necesitas, y otra muy distinta es estarte automedicando con todo lo que viste en TikTok.
Y sobre todo: no te esperes a que te duela algo para actuar. El cuerpo no siempre avisa con dolor. Aprende a escucharlo todos los días.
Ya estuvo bueno
A veces una solo necesita leer algo y decir: “¡Por fin alguien lo dijo!”
Porque claro que lo has sentido, claro que lo has pensado… pero entre el ritmo de todos los días, lo dejas pasar.
Este espacio es para hablar de lo que muchas vivimos pero pocas decimos. Para ponerle palabras a lo que sentimos aunque no sepamos bien qué es.
Y si algo de todo esto te hizo ruido —del bueno—, entonces ya dimos el primer paso: empezar a hablarlo sin pena y sin adornos.
¡Te leo en los comentarios!
Estoy pasando por síntomas de insomnio y aumento de peso…