top of page

Esto También es Maternar: Salud Femenina Más Allá del Embarazo y la Maternidad


¿Por Qué Hablar de Salud Femenina Incluso Si No Eres Madre?

Una no llega al embarazo (o a la decisión de no tener hijos) con la mente en blanco. Llegamos con todo: historias, ideas heredadas, problemas no resueltos y una lista de pendientes emocionales que nadie pidió pero ahí están.

Mujer pensativa, reflejando la carga emocional previa a la maternidad o su ausencia.

El Impacto de Tu Historia en la Salud Femenina

"¿Y yo por qué voy a leer esto si ni hijos quiero?" Porque la salud femenina y la maternidad no empieza ni termina con un embarazo. No es un tema exclusivo de pañales, cunas y fórmulas. Tiene que ver con cómo vives en tu cuerpo, con las decisiones que tomaste o no, y con lo que tu sistema ha cargado desde hace años.


Incluso si nunca quisiste ser mamá, lo materno también está en ti: en cómo te cuidas, en cómo te hablas, en cómo te sostienes a ti misma.


Y si ya tuviste hijos, este blog también es para ti. Porque tu salud no se detuvo cuando nació tu bebé. El cuerpo sigue procesando, adaptándose, guardando cosas que a veces ni sabes que siguen ahí. La historia que cada una carga tiene más que ver con la salud femenina de lo que solemos creer.

Mujer con su bebé recién nacido

Síntomas Físicos Que También Son Carga Emocional

Nada se queda solo en la cabeza

(Y eso aunque ya hayan pasado 20 años o aunque nunca hayas tenido hijos)


Cuando una mujer ha vivido un aborto, una cesárea traumática, un parto con violencia obstétrica, o incluso una presión constante por embarazarse o “cumplir como mamá”, el cuerpo no siempre vuelve a su estado anterior. Hay secuelas invisibles: infecciones recurrentes, contracturas en la pelvis, ciclos menstruales alterados, disfunción tiroidea, endometriosis, libido desaparecida o una sensación de tensión constante en el abdomen bajo.


Y para quienes no tuvieron hijos, pero crecieron con la idea de que “una mujer vale más si es madre”, también hay síntomas físicos que pueden aparecer: tensión en el pecho, cambios hormonales, inflamación, mala digestión. El cuerpo no distingue entre el duelo de una pérdida real o simbólica. Solo reacciona.


Entender tu historia es el primer paso para prevenir que esa carga se convierta en un síntoma.

Ilustración de una mujer tocándose el vientre con expresión de dolor, simbolizando síntomas físicos relacionados con salud emocional.

Cuidarte También es Prevenir

No tienes que vivir con paranoia ni correr al médico por todo. Pero sí puedes dejar de vivir en automático. Prevenir también es reconocerte a tiempo, no solo atenderte tarde.


Mujer en actitud introspectiva representando el vínculo entre cuerpo, emociones y salud femenina.

5 Acciones Concretas para Fortalecer Tu Salud Femenina

(El piloto automático también enferma)


No, no tienes que vivir con paranoia ni de correr con el doctor por todo. Solo deja de vivir en automático. Prevenir también es reconocerte a tiempo, no solo atenderte tarde.


Mujer haciendo ejercicio con pesas ligeras, representando la importancia del movimiento en la salud femenina después del embarazo.

1.“no sentir nada” no es igual a “estar bien”

Sentirse funcional no es estar en equilibrio. Si tu cuerpo solo reacciona cuando lo llevas al extremo, eso ya es una alerta. Esto le pasa mucho a mujeres que maternan y ya no se reconocen fuera del rol de cuidadoras. Observa si solo te cuidas o solo te mantienes funcionando.


2. Muévete con peso, no con culpa

Si tuviste embarazos, cesáreas o partos hace años, tu cuerpo no se “reinicia” por sí solo. A partir de los 35, perdemos masa muscular más rápido. Cargar a tus hijos no cuenta como ejercicio, pero sí es una razón más para estar fuerte.


3. Pon límites ¡por favor!

Maternar sin pausa, sin red de apoyo o sin permiso para descansar, cobra factura. Prevenir NO es “aguantar más”. Es dejar de exigirte como si fueras una máquina. Si no eres mamá, revisa de todos modos cuánto tiempo llevas cuidando a todos menos a ti.


5. Revisa tu relación con la comida

Comer en automático, de pie, apurada o con culpa es más común en mujeres que viven cuidando a otros. Sentarte a comer, aunque sea 15 minutos, es una forma de decirle a tu cerebro que baje la tensión.


Salud Femenina y Maternidad: Lo Que Tu Cuerpo Nunca Olvida

Ser mamá, no serlo, quererlo y no poder, o decidir no hacerlo… todo eso tiene un peso que el cuerpo registra. Si fuiste mamá joven, si no pudiste serlo, si te costó mucho embarazarte o si te dijeron toda la vida que debías serlo… tu cuerpo guardó esa historia. Hablarlo es prevención. Nombrarlo es cuidado.


Ejercicio Práctico: Escucha a Tu Cuerpo con Atención

Durante un trayecto cotidiano o un tiempo libre de 5 minutos haz esto:

Recorre mentalmente tu cuerpo desde los pies hasta la cabeza y pregúntate en qué parte sientes tensión o dolor. Ahí donde sientas incomodidad, pregúntate: ¿por qué me duele y qué puedo hacer para repararla?


Retrato simbólico de una mujer con los ojos cerrados y las manos sobre el pecho, evocando memoria corporal y autocuidado.

Esto tambien es salud materna

Ya no se trata de hacerte chequeos una vez al año y listo. Se trata de entender que tu cuerpo no es solo un sistema biológico, es un archivo tal cual. Guarda cómo viviste tus embarazos, tus duelos, tus decisiones. Guarda cómo cuidaste, cómo fuiste cuidada… o cómo nadie lo hizo. Y si no fuiste mamá, también guarda lo que eso significó para ti, lo que elegiste o lo que te impusieron.


La prevención real empieza por ahí: por dejar de pasarle encima a tu historia como si no contara. Por darte el permiso de atender tu historia personal.


La salud materna no es solo para embarazadas.

Es para mujeres que tienen cuerpo, memoria y vida.

O sea, todas.




 
 
 

Comments

Rated 0 out of 5 stars.
Couldn’t Load Comments
It looks like there was a technical problem. Try reconnecting or refreshing the page.
bottom of page